La "Huella de Carbono" se refiere a la cantidad total de gases de efecto invernadero (GEI), expresada en equivalentes de dióxido de carbono, que se emiten directa o indirectamente por una empresa, evento, producto o persona a lo largo de su ciclo de vida. Estos gases incluyen dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno y otros.
La medición de la huella de carbono es una herramienta utilizada para evaluar el impacto ambiental de diversas actividades humanas. Algunos de los factores clave que contribuyen a la huella de carbono incluyen:
- La generación y consumo de energía, especialmente aquella proveniente de fuentes no renovables, contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Las emisiones asociadas con el transporte, ya sea por carretera, aire, mar o ferrocarril.
- La producción industrial a menudo genera emisiones considerables de gases de efecto invernadero.
- La extracción y procesamiento de recursos naturales, así como la gestión de residuos, también contribuyen a la huella de carbono.
Reducir la huella de carbono es fundamental para abordar el cambio climático. Las empresas, organizaciones y las personas pueden tomar medidas para mitigar su impacto ambiental, como adoptar prácticas sostenibles, mejorar la eficiencia energética, utilizar fuentes de energía renovable y tomar decisiones de consumo conscientes.
Existen diversas herramientas y metodologías para calcular la huella de carbono. Dentro de estas, la familia de Normas ISO 14060 están asociadas a la cuantificación, el seguimiento, el informe y la validación o verificación de emisiones y remociones de GEI para apoyar el desarrollo sostenible mediante una economía baja en carbono. |